dijous, 9 de juliol del 2015

Bali: La Perla de Indonesia

Actualización 19 de marzo 2016:

Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com

He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!

Cintia


Preparando mi viaje

Desde hace ya un tiempo cuando empecé a preparar mi viaje por el sureste asiático sentí una llamada muy fuerte para ir a Bali. De no ser uno de los destinos que más tenía en mente, pasó a ser casi una obsesión por la fuerza que esa isla tiraba de mí.

De repente empecé a conocer gente que había estado en Bali y todo el mundo me recomendaba que fuera, libros que leía sobre espiritualidad hablaban de la fuerte tradición balinesa y profunda espiritualidad de la isla, e incluso tuve dos sueños “reveladores” que confirmaron mi llamada: debía ir allí!


Cuando empecé a buscar información en Google y a saber un poco más en profundidad la emoción iba “in crescendo”. Sentía que Bali podría ser un buen lugar para vivir una temporada, aunque de momento el destino tan sólo me ha permitido disfrutarla durante 3 semanas.

Llegada a Bali

La llegada a Denpasar, el aeropuerto principal de Bali, ya irradia algo especial. Un gran cartel publicitario te da la bienvendia: “Welcome to Paradise”… el único rótulo de publicidad que dice una verdad? 

Pasamos un par de días en Kuta, una de las localidades más cercanas al aeropuerto y famosa por el ambiente y la fiesta que allí puedes encontrar. Nuestro interés no eran los clubs nocturnos y las “happy hours” pero debo admitir que entre todo ese ambiente fiestero totalmente ajeno a mí, empecé a encontrar rastros de una cultura que empezaba a enamorarme.

Primeras impresiones

En Bali da igual donde estés… hoteles, restaurantes, bancos, spas, tiendas, comercios, casas, templos, lugares de interés cultural… todo derrocha esencia y espiritualidad. Recuerdo perfectamente la mezcla de sensaciones que tuvimos cuando nos sentamos a comer en un bello y exótico restaurante mexicano en Kuta, un restaurante con un estanque lleno de peces y una fuente preciosa que impregnaba el aire con su sonido acuático… y recuerdo cómo me fascinó ver a las camareras haciendo sus ofrendas, rituales y oraciones delante de los templos que tienen allí dentro del mismo restaurante. Era mágico, sin más!



Derrochando espiritualidad

Pases por donde pases, mira hacia el suelo porque por todos lados encontrarás las omnipresentes “chanang”,  que son unas ofrendas a sus dioses hechos con hoja de palma y decorado con pétalos de flores, dulces, caramelos, incienso, fruta o cualquier otro elemento que suponga una ofrenda.
Esas ofrendas la hacen la gente, tanto hombres y mujeres, todos de religión hinduista, y se hacen a lo largo y ancho del país, aunque mayormente veía que las hacían las mujeres vestidas con sus bonitos trajes balineses tan coloridos y llamativos y flores en la cabeza, bandejas en mano llenas de “chanang” para colocarlos en diversos lugares y un pose pacífico y devoto que te invitaba a quedarte mirándoles con cara de curiosidad.


Si algo me llamó la atención era como los templos se entremezclaban con las casas y la vida en la calle con una normalidad aplastante. Con una naturalidad sin igual. A veces pensaba que era un templo y quería entrar a verlo y resulta que era una casa privada! Era como un suave baile entre religión y cotidianidad, entre espiritualidad y vida cotidiana. Y mientras ibas paseando por sus calles te ibas empapando de vida, de cultura, de belleza…

Otra de las cosas que a primera vista más me impactó fue cómo la naturaleza se entremezclaba con las ciudades, las calles, las casas y los templos. Árboles, plantas, flores, peceras, guirnaldas… eran la decoración natural de un país que vive en un enclave natural único en el mundo.



Y es que Bali, es mucha Bali. Hablar de “la perla de Indonesia” es hablar de naturaleza en estado puro. Pura vida. Y eso me atrapó por completo! No había un solo hotel que no fuera bonito, decorado con gusto. Mayormente rodeado de jardines exuberantes y balcones con plantas que hacían tu estancia en el paraíso, una experiencia inolvidable.

Simbología balinesa

Tal como comentaba, Bali derrocha espiritualidad, eso es algo innegable y que se percibe y se respira a simple vista. Por todos lados encuentras estatuas de dioses, muchas de ellas de Ganesha, la diosa hindú con forma de elefante que atrae abundancia y buena suerte; símbolos de “Om” y otro símbolo que es como la esvástica nazi pero con las aspas en sentido contrario y no tiene nada que ver con el nacismo.


Yo venía de viajar por otros países del sureste asiático y más o menos puedes encontrar similaridades entre unos y otros, pero Bali es otro mundo aparte. El hinduismo que se practica aquí, no es por ejemplo el mismo que practican en la India.

A grandes rasgos definiría el hinduismo de la India como más “fanático” y el de Bali como más “devoto” o “espiritual”, más “relajado” para entendernos.

Para empezar, la arquitectura de los templos balineses es totalmente única y singular, jamás había visto nada igual y tan bello! Los templos aquí están construidos bajo otros conceptos geométricos y también con otros materiales cómo son la piedra de la lava volcánica, madera, o fibra de coco para hacer algunos “tejados” de templos o diferentes pisos.

Los balineses creen principalmente en las buenas y malas energías, y lo que ellos llaman “White magic” (magia blanca) o “black magic” (magia negra). Para ellos la magia negra no es lo que a muchos nos viene a la cabeza así como “vudú” o “ouija”, es más la influencia de energías negativas en lugares y personas que afectan a otros. Es por ello que centran la mayor parte de su espiritualidad a combatir y neutralizar esas energías invocando a sus dioses para pedirles protección para ellos, sus casas y seres queridos y limpiando los espacios con incienso.



Toda ésta creencia acerca del bien y del mal, lo blanco y lo negro, lo positivo y lo negativo radica en la creencia de la armonía o desarmonía entre fuerzas. Ellos buscan principalmente la armonía mediante la simbología que se encuentra en toda su cultura.

Por ejemplo en la entrada de las casas tienen dos templos, uno a la izquierda y otro a la derecha, que sirve para encontrar el equilibrio entre la luz y la oscuridad, el blanco y el negro.


Ellos asocian el incienso con el elemento fuego, ir al cielo (paraíso). El buen olor que brinda aporta buena energía, buena vibración y limpieza energética.

Las flores significan algo sagrado para los balineses, simbolizan la belleza, la felicidad, la alegría del corazón. Por eso ponen tantas flores en todas partes, para irradiar belleza y felicidad.

Las ofrendas que hacen a sus dioses (Ganesha, Shiva, Brahma, Vishnu….) es para dar gracias. Mas que pedir o suplicar a Dios como lo hace la religión cristiana mayormente, ellos hablan con sus dioses para agradecerles todo lo que les brindan: principalmente comida y protección.

Visitar templos

Puedes visitar la infinidad de templos de la isla en tours que se pueden reservar en hoteles, agencias y oficinas de atención a turistas o bien en transporte privado. En sí la isla no es demasiado grande (puedes darle la vuelta en un día). Si coges un tour de un día las entradas a los templos no están incluidas, aunque no son demasiado caras (aprox 1-2 euros por persona).

Nos decepcionó bastante las normas de algunos de los templos que por motivos religiosos no dejan entrar a las mujeres con la menstruación (eso sólo lo vi en uno para ser honesta) o no dejan entrar a turistas al templo principal (como nos sucedió en el famoso templo de Tanah Lot) por el simple hecho de ser turistas o de diferente religión. Para mí eso es algo que no está bien, pues nosotros los turistas pagamos la misma entrada que todo el mundo, pero luego no tenemos acceso, algo que suena bastante extraño. Educadamente hicimos una carta de queja, más que nada para informar cómo nos sentimos de “estafados” como turistas en éste templo en concreto.

En la mayoría de templos se tiene que entrar con “sarong”, un pañuelo que se ata a la cintura como si fuera una falda. En la mayoría de ellos te dejan uno en la entrada, aunque también puedes alquilar uno o comparte tu uno más bonito y quedártelo de recuerdo o usarlo para vestir como hacía yo.

Transporte en Bali

La verdad es que la conexión entre lugares en Bali es bastante mala y cara. Por todos los países por donde he ido pasando jamás he tenido tantos problemas para desplazarme como en Bali. Aquí no hay los omnipresentes buses públicos que por dos duros te llevan a la otra punta del país.

Mayormente la gente se desplaza en taxi (la opción más cara aunque también la más cómoda), en “shuttle bus” (bastante caro también para ser un bus, precios para turistas) o en motocicleta (alquilar una scooter es una buena opción pero si vas con mochila y sois dos puede ser más complicado, aunque sigue siendo la opción más popular).

El paraíso de los “spas” y el bienestar

Si lo que buscas es un lugar donde relajarte, darte unos buenos massages a buen precio (1h, 4 euros aprox), ver lugares increíbles, bañarte en aguas termales y todo lo que tenga que ver con el bienestar personal, Bali tiene  mucho que ofrecerte. Clases de yoga, meditación, cursos de sanación, sanación con piedras y flores, todo tipo de terapias naturales… a mi que todo éste mundo me apasiona, me volvía loca!

Cultura balinesa

Bali tiene una riqueza cultural increíble en cuanto a arte, danza, gastronomía, música… y pese a la fuerte influencia de turistas desde hace varias décadas sigue manteniendo su esencia, tradiciones y costumbres, lo cual me parece maravilloso pues parece que allí por donde pasan los “occidentales”, arrasan a su paso.


Obviamente es una isla muy turística y con todas las comodidades que podemos tener en Occidente. Eso no quiere decir que aquí no tengan móviles o que aquí no puedas comerte una hamburguesa y patatas fritas!!! El hecho radica en que  su particular cultura sigue viva y latente.
Uno de las actividades más interesantes que puedes hacer es ir a ver un espectáculo de danza balinesa. Es como un teatro donde bailan y representan personajes y significados relacionados con sus creencias religiosas y espirituales. La música en directo, las ropas y los movimientos de las bailarinas… son sin duda un espectáculo.

Recomiendo Bali 200%

Amigo@s, sin duda alguna Bali es un universo por descubrir. Tal como os comentaba yo sólo estuve 3 semanas y vi diferentes lugares (hablaré de ellos más detenidamente en otros posts) pero lo que tengo claro es que esa isla me llama y algún día quiero volver para recorrerla en más profundidad, para ver lugares que no me ha dado tiempo ver, para adentrarme en los misterios de una cultura que no se porqué motivo me atrae tanto y me invita a descubrir también una parte de mi que se identifica con “lo que allí se cuece”…


Seguiré relatándoos mis aventuras por Bali y el resto de Indonesia!
Un abrazo de corazón!


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