dijous, 9 d’abril del 2015

El principio del fin de la inconsciencia

Actualización 19 de marzo 2016:

Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com

He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!

Cintia


Tu también haces falta!

El mundo te necesita urgentemente. El mundo necesita sin demora tu compromiso, tu implicación. El mundo necesita tu sonrisa, necesita tu felicidad,  tu espontaneidad, tu armonía, tu frescura, tu alegría… el mundo necesita tu paz, tu respeto, tu fidelidad, tu pureza… Querido amig@... el mundo necesita tu luz y tu amor! Porqué?

Estamos asistiendo a un despertar masivo colectivo, y tu también haces falta. Eres consciente de ello? El ser humano ha tocado fondo y ha llegado el momento de reinventarnos. La Tierra ha llegado a un estado de deterioro que ya no lo puede soportar más y ante semejante realidad debemos asumir nuestra responsabilidad como seres humanos, quitarnos el velo de los ojos y ponernos todos manos a la obra. Debemos dejar de autojustificarnos, de echar balones fuera, de señalar con el dedo a otros exculpándonos a nosotros mismos. Asumamos cada uno nuestra pequeña porción de responsabilidad y contribuyamos todos al Gran Plan, a la creación, (co-creación mejor dicho) de un nuevo mundo. Nosotros lo hemos (lo estamos) destruyendo, nosotros debemos devolverle a su plenitud y estado original, no crees?

Una radiografía del panorama actual

Los bosques, los mares, las selvas, los ríos y los lagos lloran. Las plantas mueren. Los animales se extinguen. El ártico se deshiela. La capa de ozono se destruye. Mientras unos echan la culpa a los políticos, los otros dicen que son las empresas, los otros dicen que el sistema debe ser cambiado desde la educación, la escuela dice que eso es cosa de los padres… Y que hacemos nosotros ante éste circo? Seguimos contemplando éste partido de tenis donde se pasan la pelota unos y otros, y mientras nosotros seguimos sumidos en un estado profundo de inconsciencia, consumiendo y viviendo entre el cemento, matando nuestro tiempo delante de la televisión y de compras en centros comerciales, alimentando el negocio de grandes multinacionales, sosteniendo un sistema podrido, obsoleto, decadente.


El ser humano hemos atentado contra nuestra Madre, nuestra Madre Tierra. La hemos destruido, la hemos maltratado, nos hemos creído que podíamos hacer con ella lo que quisiéramos y tratarla a ella a nuestro antojo para satisfacer nuestras necesidades hasta que ha llegado un punto de no retorno. La Tierra que fue gloriosa y plena algún día, ha acabado enfermando a causa de nuestro mal uso, y con ella hemos ido enfermando nosotros.

La explicación de porqué ella está así reside en nuestra mente. Hemos ido corrompiendo la mente, llenándola de pensamientos negativos, repetitivos, insanos, inútiles… basados en el egocentrismo, el miedo, el odio… y alejados de nuestra esencia humana: el amor. Se nos olvidó el amor por la Tierra cada vez que talábamos bosques enteros para construir fábricas, cada vez que vertíamos residuos tóxicos a los ríos y mares fruto de nuestra actividad industrial, cada vez que pescábamos cantidades ingentes de peces, o matábamos tiburones, ballenas y muchas otras especies para fabricar cosméticos y jabones. Se nos olvidó dar gracias al Sol por calentarnos un día más, dar gracias a la Luna por ayudarnos en nuestra cosecha, a la lluvia por regar nuestros campos y así poder alimentarnos, al aire por darnos la vida…

Hemos perdido la naturaleza como punto de equilibrio y base en la cual sustentarnos en nuestro día a día. Nos hemos ido alejando de ella y de sus ritmos vitales. Hemos perdido la comunicación con ella, hemos olvidado el lenguaje que nos permitía comunicarnos con ella y así hemos ido perdiendo nuestra sabiduría natural y ancestral también.

En una sociedad como la nuestra donde prima el individualismo se nos olvidó el valor de la cooperación en las cuáles se basaban las sociedades ancestrales. Hombres, mujeres, ancianos y niños trabajaban juntos, y defendían los unos los intereses de los otros desde el respeto, la convivencia y la armonía. La suma de las partes contribuía al todo y no se concebía el bienestar de unos, sin el bienestar de los otros.

Sumidos en un proceso de degeneración

El ser humano empezó a degenerarse como especie cuando empezó a introducir la esclavitud  en beneficio propio. Y así hemos seguido hasta la actualidad, devastando con todo lo que ha ido pasando por nuestras manos: instituciones, economía, política, educación, sanidad… dejando la huella del abuso de poder, del miedo, de la codicia y la necesidad de control sobre los demás. Hemos ido construyendo cárceles y murallas a nuestro alrededor, dividiendo el mundo en porciones, separando naciones, matándonos los unos a los otros en guerras absurdas y conflictos por el territorio, mercantilizando los recursos naturales, castrando las culturas ancestrales, perdiendo nuestra propia libertad y custodiando la libertad de los demás atentando contra los derechos universales.

Dormimos poco, tenemos malos hábitos alimenticios, no descansamos lo suficiente, el 85% o más de la población occidental sufre de estrés, no ofrecemos a nuestro cuerpo y nuestra mente la relajación que necesita y hábitos de pensamiento saludables.  Con la tecnologización de las sociedades y la pérdida del enraizamiento a tierra hemos perdido la armonía que ella nos regala por el simple hecho de existir.

Como resultado a semejante realidad, es obvio que la sociedad ha enfermado y nos hemos sumido en un estado profundo de inconsciencia. Es por ello que estamos todos llamados a despertar, antes de que no sea demasiado tarde…

Restaurando la armonía

Esta era en la cuál vivimos actualmente está a punto de acabar. No podemos seguir así muchos años más a éste ritmo de deterioro del ser humano y de la naturaleza. Detrás de un ciclo llega otro, y no se sabe exactamente cuándo pero la Era Dorada está vislumbrando ya en el horizonte. Llegará antes, cuanto antes despertemos todos. Pese a que aún vivimos en un estado profundo de inconsciencia a nivel colectivo la parte positiva es que millones de personas de todo el mundo han empezado a darse cuenta de la necesidad de un cambio en la Tierra y desde hace años muchos grupos de personas están trabajando intensamente para transformar nuestro mundo.


Si os dáis cuenta cada vez hay más gente interesada por la espiritualidad, el misticismo, las terapias alternativas, las tradiciones ancestrales, la ecología, el intercambio, la dieta vegetariana, el yoga, la meditación… cada vez hay más gente que toma conciencia que no es sano ni positivo vivir con éste ritmo de vida acelerado y deciden hacer cambios en sus vidas cambiando ciertos hábitos alimenticios, trasladándose a vivir a otros lugares, empezando a asistir a clases de nuevas disciplinas y prácticas que les permitan vivir una vida más plena, empezando a leer e informarse sobre nuevos temas, asistiendo a grupos de meditación o mil cosas más. Todo ello es resultado de una amplificación de la conciencia en nuestra sociedad, pero en número aún son una minoría los que deciden despertar y transformarse. Es por ello que todos debemos formar parte del cambio que queremos ver mañana!!


Cada vez proliferan más los retiros de fin de semana y cada vez la gente busca más el misticismo y la espiritualidad como bote salvadidas y cómo vía de regreso a nuestra esencia original. Eso son excelentes señales de cambio! Cuantos más nos vamos transformando más aumenta la vibración de la Tierra, ello provoca que el nivel de conciencia colectivo aumente y como consecuencia de ello el amor se restaura en la Tierra y las personas sanamos. De un modo muy breve, ésta sería la explicación de cómo restauramos el ciclo del ser humano, transformando la sociedad a partir de cambios en nuestro ADN.

Y tú, dónde te posicionas?

Ahora sólo nos queda ponernos todos manos a la obra. Tu decides qué grado de compromiso tomas en la creación del nuevo mundo y tu decides hasta dónde estás dispuesto a transformarte.
Recuerda que todos estamos condicionados por leyes espirituales, una de ellas, la ley del karma. Lo que das, recibes. Pagarás por tus actos, sean de la naturaleza que sean. Recuerda que todo lo que hagas no lo estás haciendo por los demás, por la sociedad, por la gente, por el mundo… lo haces por ti! Y si, claro, de paso ayudas a la humanidad. Pero con cada buena acción que hagas, con cada buen pensamiento que tengas, con cada buena palabra que salga de ti estarás convirtiéndote en creador y protagonista de tu nueva realidad individual y colectiva y estarás atrayendo a ti la semilla del cambio y la transformación.


Desde arriba, estén quienes estén, sabrán de tus buenas acciones y serás infinitamente recompensado por ello. Sin duda!

Amig@, gracias por tomar tu parte de responsabilidad, gracias por sembrar semillas de cambio, gracias por contribuir a traer amor a la Tierra… ese amor que tanto nos hace falta a todos! Gracias por decidir contribuir al Gran Plan! Infinitas bendiciones para ti, bella alma!

Si sientes que éste post puede ser de utilidad para tus amig@s y puede contribuir a traer más conciencia, luz y amor a la Tierra agradecería enormemente lo compartieras… INFINITAS GRACIAS!!!


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