dijous, 2 d’abril del 2015

Whale watching y playas desiertas en Mirissa

Actualización 19 de marzo 2016:

Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com

He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!

Cintia


Bienvenid@ a Mirissa! Si lo que buscas es tener la oportunidad de ver ballenas y delfines éste lugar tiene algo para ti y probablemente te irás satisfecho y con un buen sabor de boca al tener una experiencia que tal vez no hayas tenido nunca…


El pueblo de Mirissa en si no tiene nada en especial, la playa no es de las más bonitas que hay y la elevada cantidad de turistas hace que sea una playa con bastante actividad, pero aún así, como todas las playas tiene su encanto. Para mi, lo mejor fue los largos paseos que me daba al atardecer viendo la puesta de sol… para mi, preciosos!


Si lo que buscas son playas bonitas y tranquilas de verdad a pocos quilómetros las encontrarás, tan sólo tienes que desplazarte un poco para encontrar pequeños rincones de paraíso.
Mirissa está partida por la carretera que va desde Galle hasta Matara, y separa la playa de lo que sería el pueblo en sí. Puedes encontrar hoteles y restaurantes tanto a primera línea de playa como más adentro, cruzando la carretera, lo cual te ofrecerá precios más económicos y alojamientos más tranquilos.

Whale & dolphin watching  
                                      
Nada más aterrizar en ésta pequeña localidad de playa serás acosado por una infinidad de hombres y conductores de tuk-tuk que te ofrecerán tours para ver ballenas y delfines…. Así que prepárate para irlos esquivando o ármate de paciencia para decir con una amable sonrisa “No, thank you…”


Yo contraté el tour en una de las tiendas que lo ofrecen (verás que te ofrecen la posibilidad de contratar tours en la mayoría de hoteles, muchas tiendas, restaurantes, o gente que te para por la calle…) aunque al final da lo mismo con quién lo contrates porque llevan a todo el mundo al mismo lugar de partida, que es en el puerto de Mirissa, lugar donde distribuyen a la gente en los barcos.
Normalmente ellos te dicen un precio, pero siempre es negociable. A mi me dijeron 3500 rs (23€ aprox) pero finalmente me lo dejaron por 2500 (16€ aprox) regateando un poco (en éste país tienes que hacerlo, sinó te arruinan!!).


Mirissa es el único lugar en Sri Lanka y no sé bien en los países vecinos, que puedes ver ballenas y delfines. Como ya se sabe el factor suerte también cuenta para que puedas ver mayor o menor cantidad de éstos maravillosos cetáceos… Normalmente te garantizan que verás ballenas pues lo que hacen es que alargan el tour hasta que se dejan ver. A veces puede pasar que se vean 4, 5, 6…10 y se dejen ver fácilmente… o puede pasar que sólo se vea 1 o 2 y cueste de encontrarlas…

Mi experiencia

Yo tuve bastante suerte pues pudimos ver cuatro ballenas … no está nada mal! Las tres primeras las vimos bastante de lejos, pero pese a todo la majestuosidad de éstas grandes gigantes impone y emociona ver cómo se sumergen o cómo echan agua por el chorro… Pero la mayor suerte fue cuando después de ya casi 5h de tour y ya estábamos a punto de regresar porque llevábamos un buen rato parados esperando y no sucedía nada, de repente a tan sólo unos 20 m apareció una ballena! Se quedó quieta… respirando… echando agua por el chorro… wow!!!! Que pasada!!! La vimos perfectamente, la tuvimos super cerca!! Después de 1 min aprox se sumergió y se fue… y nosotros, con el corazón acelerado y una gran sonrisa en la boca regresamos a puerto. Finalmente el recorrido duró 7 horas que bien merecieron la pena!


Aún así la experiencia con los delfines fue increíble también pues se ven muchos más que ballenas.  Van en grupos de 20, 30, 40… y es sumamente espectacular ver cómo van nadando y saltando unos junto a los otros. Nosotros también tuvimos la suerte en varias ocasiones de ver grupos de delfines nadando muy cerca de nuestro barco lo cual hizo que les sintiéramos muy cerca y pudiéramos observarlos mejor… para mi fue una experiencia sin duda alguna inolvidable y me encantó tener tan cerca a esos animales tan simpáticos e inteligentes que iban sonriendo todo el rato…





Protegiendo a los animales

Tener la oportunidad de ver ballenas y delfines es algo increíble, lo que sucede es que a menudo las compañías que organizan tours para ver éstos animales tan exóticos no lo hacen respetando del todo el medio ambiente y el hábitat de los mismos. Algunas organizaciones se han quejado que algunas compañías son demasiado “agresivas” a la hora de ir en busca de éstos animales y cuando les ven a lo lejos  aceleran el barco para aproximarse lo máximo posible. Recomiendan no acercarse más de lo necesario para no invadir “su espacio” y para no provocar que éstos animales se alejen de la costa “huyendo” del hombre si se sienten amenazados por nuestra presencia.


Lo que si vi en torno a todo este negocio de ver ballenas y delfines en Mirissa es un poco de “trapicheos”. Allí cualquiera te vende tickets para ir a verlas y aparentemente están más preocupados por el dinero que por el medio ambiente y los derechos de esos animales.

Playas desiertas

Sin duda alguna merece la pena desplazarse unos quilómetros para disfrutar de playas desiertas, tranquilas y preciosas… más allá de la agitada playa de Mirissa.
Desplazarse en autobús es sumamente fácil y económico. Te permite ir a playas que están a tan sólo 10-20 minutos de Mirissa y al mismo tiempo te permite ir variando si no quieres estar siempre en la misma.

Polhena beach

Sin duda alguna ésta es la playa que más me gustó! Más que una playa es una zona, un pueblo, que tiene varias playas y pequeños rincones o calas. Yo fui en bus desde Mirissa, y en tan sólo 15 minutos me planté allí. La playa está a 1 km aprox de la carretera, que es donde te deja el bus. Puedes coger un tuk-tuk o bajar caminando.


Yo bajé caminando y disfrutando del bonito camino que te lleva a la playa… mientras observaba la gente local haciendo su vida cotidiana en sus casas, en la calle, en las tiendas… me pareció una gente sumamente ambable y simpática! Todo el mundo me saludaba y todo el mundo sonreía… algo fuera de lo común! Un hombre que estaba dándose una ducha en su jardín al pasar me saludó y muy alegremente me invitó a tomar una taza de té… pasamos un rato super agradable y me contó historias muy interesantes como el tsunami que hubo en esa zona hace 10 años… me contaba que 11 vecinos murieron pero él tuvo mucha suerte que Lord Buddha le ayudó… que suerte poder escuchar esas historias  de vida voz!


Cuando llegué  a pie de playa fui caminando y pasando playas hasta que encontré una que me llamara o que me gustara más… aunque ninguna tenía desperdicio!

Disfruté muchísimo de aquellas aguas calmadas y casi transparentes, en playas de arena blanca y salpicada de palmeras. Lo mejor de todo fue la sensación de estar sola… pues apenas había nadie. Tenía la sensación de estar en un pequeño paraíso privado, un lugar seguro y tranquilo que me permitía nadar a mi antojo, bañarme en el agua durante horas sin tener que preocuparme por nada… Esa zona es genial para hacer snorkel porque hay como una especie de arrecifes y el agua está muy calmada, como si fuera una piscina… 


También puedes encontrar muchos hoteles por allí, si lo que quieres es comer bajo una buena sombra o buscar una hamaca para tumbarte. Pese a lo tranquilo del lugar, ofrece múltiples posibilidades para pasar allí un día o incluso alojarte allí y pasar unos días descubriendo playas nuevas. Te recomiendo una visita a Polhena beach sin duda alguna!!

Talalla beach

Otra de las playas que la Lonely planet anuncia como una de las más desiertas y aún por descubrir es Talalla beach. Es bonita, aunque no espectacular. Pero sí, es sumamente desierta! En la playa hay tan sólo 2 o 3 hoteles y no hay tantos restaurantes cómo encontrarías en cualquier otra playa, lo que le da un toque único y auténtico.


Sin duda alguna pasé un día excelente en esa playa donde apenas me crucé con diez personas (hay que tener en cuenta que ahora ya está acabando la temporada…) Tenía la sensación de que la playa era sólo para mi y esa sensación de inmensidad es muy grande… Yo y el sonido de las olas… Yo y la brisa… Yo y el mar… Una experiencia sublime. Me cogí una cama-hamaca espectacular (no he visto ninguna otra igual en toda Sri Lanka) , y disfruté de un exquisito zumo de papaya y de un delicioso roti de chocolate a última hora de la tarde que me supo a gloria bendita…



Cómo llegar

Para llegar a Mirissa, puedes  hacerlo en autobús viniendo desde Galle o desde Matara. Si dices al conductor que quieres bajarte en Mirissa ellos ya saben, pero debes saber que la parada se llama “Udupila junction” y está justo en frente del hotel “Ocean moon”.

Dónde comer

Durante mi estancia en Mirissa yo comía y cenaba la mayoría de días en el guesthouse donde estaba, pues hacían una comida exquisita, pero os recomiendo encarecidamente un restaurante de comida local donde hacen kottu, arroz, zumos y sobretodo su especialidad son los rotis. El lugar se llama “Nº1 Dewmini Roti Shop” y la distinción que ha obtenido en Trip advisor y Lonely planet bien hacen justicia a lo bien que se come allí. Es un negocio familiar pequeño pero siempre está lleno de gente!


Una sugerencia: el roti de chocolate. Ohhh dios santo... en mi vida he comido un roti igual ni nada que se le parezca, sea pankake o sea lo que sea… crujiente, delicioso, exquisito! Aun ahora se me hace la boca agua sólo de recordarlo…

Dónde dormir

Tuve la suerte de ir a parar a una pequeña guesthouse llamada “Sun vivanta restort”, una casa particular donde vive una familia local encantadora que desde hace tan sólo 3 o 4 meses alquilan dos de sus habitaciones.

De mi experiencia en esa casa con esa familia quiero hacer un post especial donde daré más detalles de mi estancia allí. Sólo digo que mi estancia en Mirissa fue única y singular gracias al calor, la hospitalidad y la acogida de esa gente que me hicieron sentir como en casa, y como una miembro más de la familia… tan sólo debo deciros que iba para 2 o 3 días y me quedé una semana! Si váis tendréis la oportunidad de disfrutar de una buena  y bonita habitación, económica y además de compartir una gran experiencia con gente local. 100% recomendable!



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