Actualización 19 de marzo 2016:
Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com
He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!
Cintia
Todos buscamos un cliché que tenemos en mente cuando viajamos, “clichés” que hemos ido almacenando a través de imágenes que hemos visto por la tele, en películas y revistas o por escenas y relatos de novelas que hemos ido leyendo.
Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com
He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!
Cintia
Todos buscamos un cliché que tenemos en mente cuando viajamos, “clichés” que hemos ido almacenando a través de imágenes que hemos visto por la tele, en películas y revistas o por escenas y relatos de novelas que hemos ido leyendo.
Por ello, si vas de viaje a Egipto lo que más quieres ver
son las pirámides, si vas a Perú subirás a Machu Pichu, si vas a París saldrás
al encuentro de la Torre Eiffel o si vas a Grecia harás la visita obligada al
partenon… no?
Yo tenía dos clichés
sobre Sri Lanka antes de mi viaje, uno
era el de los campos de té y el tren viajando a travéy el otro era el de los pescadores subidos
sobre sus estacas en la zona del sur.
El primero superó mis expectativas de largo pues he
disfrutado muchísimo de esos campos de té y de esos viajes de tren tan
auténticos, pero el segundo me ha decepcionado bastante. Es la sensación de
tener algo idealizado y ver que luego no se corresponde con la realidad.
Mi experiencia
Cuando estuve en Unawatuna un día cogí un tuk tuk para ir a
hacer un pequeño tour por los lugares de interés más importantes de los
alrededores. Una de las cosas más atractivas (y más turísticas también) era ir
a ver los susodichos pescadores que
tanta ilusión me hacía ver. Me los
imaginaba a todos subidos sobre sus
estacas, pescando de verdad al amanecer, al atardecer o en cualquier otro
momento del día.
Cuál fue mi sorpresa cuando llegamos a un trozo de playa
cerca de la población de Kogalle y no vi a ningún pescador pescando, sólo había
un grupo de hombres allí sentados
“esperando” a que fuéramos llegando turistas. Cuando llegué y vi aquello me
quedé un poco petrificada, pues la situación era bastante incómoda. Uno de
ellos vino hacia mí y me preguntó: “Photo?” Yo me quedé parada, pensativa, sin
apenas saber que responderle. Mi primera reacción fue responderle que NO, que
no quería ninguna foto… Le dije: “I don’t know if I want a picture”(No se si
quiero ninguna foto…) . “How many?” (Cuántos?) me preguntó refiriéndose a cuántos hombres
quería que salieran para la foto. Le pregunté: “How much?” (Cuánto es?) y él me
dijo “Depend how many” (Dependiendo de cuántos hombres salgan en la foto). Ok….
La cosa estaba clara, a más hombres en
la foto, más dinero. Mmmmm… la
situación no me gustaba nada… no era que tuviera que darles dinero, pues eso ya
se sabe y cuando viajas te pasa a menudo, era más la situación violenta de ver
que aquello era un puro teatro y si
quería tenía que pasar por el tubo.
Finalmente me pidió 300 rs por uno en la foto. Como? Le dije
que no… que 300 rs era demasiado. Yo ya sabía lo que podía pedirle y sabía que
me estaba intentando subir el precio. Le dije que 200 rs y aceptó. Así pues,
ese hombre con el que había estado hablando cogió su pañuelo y se lo puso en la cabeza, se vistió con su ropa
adecuada, cogió su caña de pescar, se metió en el agua y subió a la estaca.
Durante unos minutos estuvo
haciendo ver que pescaba mientras yo tomaba algunas fotos. No vamos a negar
que las fotos son bonitas, que a mi me encantaba esa imagen que estaba viendo y
que de algún modo me quité el gusano de encima, pero también debo reconocer que
la situación no era ni de largo lo que esperaba…
Tradiciones que
cambian
Asistí a una escena
de cine, donde los actores representan muy bien su papel. Pese a todo, entiendo perfectamente los motivos por
los cuáles esos tradicionales pescadores que habían ido transmitiendo su oficio de generación en
generación ahora lo hacen para hacerse fotos a cambio de dinero, no ya como
fuente de ingresos. Es obvio que de esta manera trabajan mucho menos y ganan mucho más.
Yo no soy pescadora, pero puedo imaginar lo duro que debe
ser ese oficio. Levantarse a horas intempestivas por la mañana, meterse en el
agua fría muchas veces con la mar agitada, con lluvia o frío… pasarse largas
horas allí dentro tal vez sin pescar nada y luego ver que todas las horas que
te has pasado allí tampoco te da el dinero que necesitas para vivir dignamente.
Seguramente todos haríamos lo mismo.
Reflexión sobre el
dinero…
Está claro que somos nosotros los occidentales quienes hemos
creado esta cultura del valor del dinero
como fuente principal de intercambio y la creencia de que el dinero es “lo más
valuoso e importante” para el ser humano. Detrás de esa creencia hay una gran
trampa y la causa de mucha infelicidad cuando uno se descuida de otras cosas
que no se pueden obtener con dinero… pero no podemos negar el acceso a una
sociedad de bienestar a aquellas economías y sociedades emergentes que también
aspiran a una vida diferente y “mejor”. Lo que ellos no saben es que ésta sociedad basada en el capitalismo es
una sociedad condenada a la autodestrucción y que es un modelo que debemos
empezar a replantearnos por lo devastador que es para el ser humano y el
medio ambiente. Lo que ellos no saben es que los occidentales volvemos a
nuestras raíces, esas que ellos, los orientales nos aportan con su historia, su
cultura y su sabiduría ancestral…
Como sociedad sabremos encontrar el equilibrio entre oriente y occidente?
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