diumenge, 22 de març del 2015

Ella, Nuwara Eliya y Delhousie: Entre campos de té

Actualización 19 de marzo 2016:

Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com

He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!

Cintia


Después de pasar un par de días en la bulliciosa ciudad de Colombo y de disfrutar de otro tramo de mi viaje en Kandy y en el centro de meditación Nilambe empecé mi peregrinaje hacia la mitad sur, hacia las montañas y la abrupta vegetación entre campos de té.

Debo decir que no tenía nada planificado en cuanto a una ruta trazada a seguir. Compré el billete a Ella con dos semanas de antelación porque había oído que las plazas se agotaban rápido así que sin pensarlo demasiado reservé mi billete. El día señalado cogí el tren a las 8:48h en Kandy hacia Ella. No recuerdo bien a que hora llegó, deberían ser las 4pm aprox.

Digo que no lo tenía demasiado planificado porque después de visitar Ella volví hacia atrás para ver Nuwara Eliya y Adam’s Peak. Si lo hubiera planeado todo un poco más (es lo que tiene eso de viajar durante 2 años, te relajas tanto… que a veces no te importa el tiempo ni si lo pierdes, ni si lo ganas, ni si te paseas un poco y vuelves a ver algo que ya habías visto antes…) seguramente hubiera ido de Kandy a Adam’s Peak, luego a Nuwara Eliya, Ella y Haputale. Pero bien está… los paseos en tren arriba y abajo y el goce de admirar tan bellos paisajes no tienen precio y fueron más que un regalo el hecho de “volver a repetir”!

ELLA                                    
                                                
Llegué a la estación de tren de Ella y pregunté cómo llegar al centro de la ciudad, o pueblo, o pueblucho… lo que sea… porque no es demasiado grande. Lo que es el centro de la misma es apenas 500 m de ancho. Después todo lo que te vas encontrando son hoteles, casas y tiendas más esparcidas y escondidas por la naturaleza.

El pueblo en si no tiene nada especial, pero los alrededores son espectaculares. Yo apenas estuve un par de días y no pude verlo todo ni hacer todas las excursiones que se pueden hacer, pero mi breve paso por allí fue suficiente para llevarme más que un maravilloso recuerdo.

Little Adam’s Peak

Ésta fácil y adorable subida al pequeño Adam’s Peak lo recuerdo aún como una de las más gratas experiencias que he tenido. Para lo pequeño que es, y lo sencillo de subir… la recompensa es maravillosa. La subida se inicia desde un punto en la localidad de Ella y apenas en 45 minutos estás arriba. Eso tomándotelo con calma. Si vas rápido incluso en media hora lo puedes hacer.  Para llegar a la entrada del camino es aconsejable que preguntes o mires alguna guía de viaje.

Tan sólo entrar en el camino que te lleva arriba ya empiezas a sumergirte entre campos de té a lado y lado y empiezas a maravillarte con esas vistas tan maravillosas que se ofrecen ante ti de Ella Rock, la montaña de enfrente.

El principio de la ruta es camino entre campos de té, luego empieza un tramo de escalones y luego es ya montaña pura, como laderas y pequeños pasos por donde caminar. Una vez arriba tienes como dos pequeños picos, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Ambos con vistas fascinantes. El de la derecha te ofrece unas vistas magníficas a Ella Rock, y el de la izquierda (el cual primero tienes que hacer una bajada para luego volver a subir) ofrece unas vistas espectaculares que yo llamaría como “World´s End” (El fin del mundo), pues la visión es de una profundidad espectacular y la vista se pierde en el horizonte…

Especialmente recomendable para los que no están acostumbrados a grandes caminatas,  para los que les va más la marcha les sugiero que suban a éste pequeño pico y luego sigan su ruta de senderismo por otros lugares.

Ella Rock

Yo personalmente no hice la subida. Conocí un chico alemán en el hotel donde estaba que fue con quién subí a Little Adam’s Peak y con quién visité el lugar, que sí la había hecho y él concretamente hizo la ascensión durante la noche, son 4 horas en total de subida y bajada si no recuerdo mal. Mucha gente empieza a subir a las 4 de la madrugada  para ver arriba el amanecer y no coger las horas intensas de sol durante la bajada.

Al parecer también es una ruta muy bonita donde puedes ir a ver alguna cascada. Para acceder a Ella Rock hay que seguir la via del tren de Ella hasta un punto determinado donde se coge el camino de subida.

Nine arch bridge (El puente de los nueve arcos)

Una de las cosas que más te recomiendo en tu visita a Ella es que visites el  Puente de los nueve arcos (Nice arch bridge). Hay un punto estratégico, un mirador más arriba de la vía donde puedes ver una de las escenas más bonitas y tomar unas excelentes fotos viendo el tren salir del túnel atravesando el puente (fascinante por su altura y la belleza de sus 9 arcos) rodeado de naturaleza a ambos lados.

Lo que más me llamó la atención a mi fue que había mucha gente local allí en las vías. Pensarás… “que locos! Y si viene el tren?” No te preocupes… ellos lo tienen todo controlado… saben a qué horas pasa el tren (solamente pasan 5 al día) y cuando ya está a punto de llegar se apartan. El camino de retorno a Ella, en vez de hacerlo por la montaña lo hicimos bajando hasta la vía del tren y caminando por la misma vía hasta la ciudad igual que hacen la gente local, para acortar camino e ir más directo. Experiencias de viaje que merecen ser vividas…



NUWARA ELIYA

Para llegar a éste otro maravilloso lugar, también muy famoso y conocido por las vastas extensiones de plantaciones de té y “Tea factories” tienes que coger de la línea Kandy-Badulla, bajarte en la estación de Nanu Oya y luego coger un bus o tuk-tuk hasta Nuwara Eliya. Son unos 11km de un pueblo a otro. Así pues, no se puede llegar directamente en tren a Nuwara Eliya.

Las vistas en tren tanto si vienes de Kandy, como si vienes de Ella son increíbles. En mi anterior post hablo sobre la experiencia de viajar en tren por medio de esas tierras y todo lo que verás que hará que tu viaje a Sri Lanka sea inolvidable.

La visita a las plantaciones de té es obligada, y visitar alguna fábrica donde elaboran el té y te explican el proceso no está de más para conocer un poco más sobre el proceso de elaboración de las diferentes variedades y conocer algunas curiosidades más. También te das cuenta de la importancia de éste producto en éste país, el cuál le ha hecho famoso internacionalmente por la calidad y la denominación de origen del té de Ceylan.

Ese día yo iba viajando con unas chicas alemanas que conocí en Haputale y ellas ya habían reservado un guía que las esperaba en la estación de Nanu Oya y las iba a llevar a hacer un tour por allí. Fue fácil y sencillo sumarme a ellas, pues era parte de mi plan también y me saldría mucho más económico.

Llegamos a Nuwara Eliya y para ir a visitar las plantaciones de allí (tea states) la carretera empieza a bajar, como si fueras para el valle. A nuestro paso con el taxi íbamos viendo las magníficas vistas, y fuimos pasando a través de diferentes propiedades. El verde radiante lo llenaba todo y para  mí, cada porción de tierra era única y singular… quería tomar fotos de cada uno de los rincones, pues aunque todos parecían iguales, yo quería inmortalizarlos todos! Soy así de apasionada con la fotografía…

Ramboda waterfall (Cascada de Ramboda)

En un punto en medio de esas plantaciones, hay una cascada preciosa que recomiendo sin duda alguna visitar, la Ramboda waterfall. Para acceder a ella el tuk-tuk te deja en un parking arriba y tu tienes que bajar un camino asfaltado con fuerte pendiente hacia abajo que da a parar a un hotel. Para acceder a la cascada forzosamente tienes que atravesar el hotel. Al salir a la terraza, siguiendo un camino, nada… a tan solo unos metros ya ves y oyes la cascada.


Desde ése punto puedes tomar unas fotos maravillosas pues se ve el verde de los árboles y la cascada al fondo. Pero si sigues el camino puedes llegar hasta un mirador, justo en la base de la cascada donde sientes mucho  más de cerca la inmensidad de la misma. 








Fábrica de té “Blue field tea gardens”

Hay un par o tres de fábricas por allí, pero nosotros visitamos una que se llamaba “Blue field”, para mi gusto un poco más bonita que la otra por fuera, aunque supongo que por dentro es lo mismo y la información y eso es igual.

La entrada a la fábrica es gratuita y un chico te explica todo el proceso. La visita no dura más de 20 min. Luego te ofrecen una taza de té en un edificio aparte donde tienen restaurante, y a cambio sugieren que compres algo en la tienda. En esa tienda venden tés de todas variedades y sabores, aunque los precios son obviamente más caros que en las tiendas normales.

Un guía excelente

Kumar, el taxista-guía que nos acompañó es un hombre muy amable y tranquilo. Tenía un coche taxi, no tuk-tuk, lo que hacía el trayecto más cómodo y confortable. Habíamos acordado con él que nos vendría a recoger a la estación de tren sobre cosa de las 9.30 de la mañana y nos haría un tour hasta la 1 o las 2 del mediodía. Se ve que no les pidió a las chicas con las que iba un precio en especial, dejó entrever que le diéramos lo que consideráramos. Le dimos 30000 rs entre las tres, que es un precio estándar de lo que piden los taxistas por esa ruta y ese tiempo y a nosotras nos salió económico porque cada una pagamos 1000rs por 4 horas de trayecto, lo que viene a ser unos 7€.

Recomiendo enormemente a Kumar por lo bien que nos trató y lo agradable de la visita con él. Su teléfono de contacto es: 077-0669117 (Simba Taxi Tours)


ADAM’S PEAK, DELHOUSIE

En éste post no me centro para hablar de la ascensión a Adam’s Peak (de eso ya hablé en un post anterior), sino para hablar de los simplemente fascinantes, adorables y preciosos campos de té que hay en Delhousie, el pequeño pueblo o lugar de partida, desde donde se comienza la ascensión a Adam’s Peak.

Para llegar a Delhousie tienes que llegar hasta Hatton. Hay trenes desde Kandy o Colombo y luego tienes que coger un bus que dura 1,5h de trayecto hasta Delhousie.

Normalmente la mayoría de personas y peregrinos que van a ése lugar, van de pasada una noche para subir al pico y se van. Yo que estoy viajando por un largo tiempo, en un plan muy tranquilo y “a la caza” de rincones idílicos entre campos de té donde poder pasear, respirar, meditar, escribir y simplemente admirar la belleza del lugar, rápidamente me di cuenta que éste pequeño y remoto lugar perdido entre las montañas sería por un tiempo mi lugar de retiro e inspiración.

Como os contaba, la mayoría va para un día… yo me pasé allí casi 10 días! Estaba alojada en el hotel “White elephant”, justo a la entrada del pueblo, lo que me ofrecía un entorno mucho más tranquilo y a tan sólo unos metros de esos campos que estaban a tan sólo 2 minutos del hotel. Más cerca imposible!

Cada día salía a pasear por medio de esas plantaciones, buscando nuevos caminos, descubriendo nuevas piedras en las que sentarme y nuevos rincones que admirar. Cada día veía trabajar a las recolectoras de té, miraba ése lugar con nuevos ojos y seguía fascinándome y preguntándome cómo es posible tanta belleza… Lo que más me gustaba era la sensación de estar en medio, rodeada de campos a 360º a mi alrededor… una gozada! Adam’s Peak, con su majestuosa presencia allá al fondo, era testigo de mis paseos y de mis grandes momentos de presencia e inspiración.

Gardmore waterfall

Muy cerca del pueblo, a unos 5 km aprox. hay una cascada preciosa también. Qué cascada conocéis que no sea preciosa? Pues ésta es única, sin igual… y no sólo ella, sino el camino que te lleva a ella. El tuk-tuk te deja en un punto donde no puede avanzar más, que estará a 1 km o 1,5km de la cascada. El camino hasta llegar a ella atravesando idílicos campos de té, con el lago de Maskeliya (Maskeliya lake) formando parte del paisaje, con cascadas allá a lo lejos y atravesando tramos de pura selva hacen que la visita esté en el Top 10 de qué hacer en los alrededores de Adam’s Peak.

Una vez te vas acercando a la cascada, hay un  montón de bloques de piedra donde puedes sentarte a contemplarla, o a hacer un picnic… Puedes bañarte pero según me dijeron es peligroso, hay que ir con cuidado. Hay margen más que de sobras cerca de las piedras para bañarte hasta la base de la cascada, pero si te acercas mucho puede pasar que la fuerza del agua te impida salir. Así que para los atrevidos… cuidadín! A la naturaleza hay que tenerle respeto y siempre es mejor preguntar a los lugareños.











Yo, una  Sherlock Holmes de los campos de té

Todo el tiempo que pasé junto a todos esos campos no han apagado mis ganas y deseo de seguir disfrutando de ellos… ahora mismo me encuentro en el sur, zona de playas… pero no descarto en volver! Los huelo, los siento y los busco… y sin duda alguna ellos están siendo grandes compañeros y testigos de mi camino. Esos grandes de color verde activan y alimentan sin límites mi inspiración!

Feliz viaje amig@s!

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